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sábado, 6 de diciembre de 2014

6 de diciembre


La efeméride hoy es: 78 años y medio de franquismo. Cierto es que el dictador a su muerte dejó todo atado y bien atado.
 
Entonces, en el 78, era tanto el miedo que teníamos al derramamiento de sangre entre hermanos que incluso mi partido comunista hizo una fuerza feroz para el sí a la Constitución; trabajamos a destajo. Pero muchos , que votamos también No, esperábamos seguir siendo, al día siguiente, lo que éramos, comunistas en busca de una República Social, en un Estado con verdadera Democracia y Federal con las cuatro Naciones que lo forman. Pero nos impidieron mear fuera del tiesto, también no nos dejaron pensar fuera del Texto, lo políticamente correcto significaba aceptar el mercado como locomotora de la economía, aceptar la Europa que había (entonces aún con muro de Berlín que permitía negociar un Estado de Bienestar), aceptar y luego unirse al ejército del imperio capitalista, y también asumir lo que había dejado atado el muerto: su monarquía (aun hoy hay quien mantiene que el abdicado monarca de Franco no tuvo nada que ver con el 23 F, o incluso que lo hizo bien), su bandera con algún retoque, su colonialismo del imperio (Una, grande y libre capital Madrid –le llamaron eufemísticamente: café para todos-), y sobre todo su Concordato con Roma, con la única diferencia de poner en el papel el nombre de Estado Laico, que les posibilitó, encima, mantener intacto su poder de alineación (como el mismísimo Mussolini) desde su control absoluto de la enseñanza. Así que asumimos como normal todo esto , tan sólo les quedaba, poco a poco, ganar terreno: la cruz en la Renta, pagarles nosotros sus catequistas en la escuela, la suspensión de los impuestos aún en sus empresas de mayor lucro, el poder notarial de su palabra para inmatricular propiedades públicas y volver atrás cosas como la Educación para la Ciudadanía, el aborto, proclamar la mujer en la casa sumisa a su macho, hasta sacar la foto de estos días, en pleno día, en el centro de Madrid: una niña en primer plano saludando como en el nazismo, en compañía de adultos, como hacían muchos obispos cuando llevaban bajo palio al dictador.

Hoy si algo hemos perdido fue el miedo al enfrentamiento sangriento entre nosotros; nadie propugna la violencia para conquistar el poder: vamos, marchamos, mareamos con las manos en alto o entrelazadas (la violencia, la intolerancia, la mordaza es de ellos), conseguimos pararles los pies la muchos banqueros, echar a ministros y la Esperanza que tenían, obligamos a la Justicia a que nos dé la razón en las cláusulas abusivas, protegemos que haya juezas y jueces que se atrevan a luchar contra el franquismo y su corrupción, incluso la real (aunque otros jueces caigan con condenas excesivas).


Necesitamos una Constitución de verdad, hoy podemos conseguirla si todas los dominados nos juntamos contra lo enemigo común: la casta del 78.

martes, 22 de abril de 2014

Socialdemocracia y Eurocomunismo





Es hora ya de hacer autocrítica constructiva que nos sirva para saber lo que tenemos que hacer para combatir el neoliberalismo que, cada vez más, nos esclaviza.

En la década del setenta socialdemócratas y eurocomunistas cometimos un error histórico para la lucha obrera y de las clases humildes y excluidas de la sociedad moderna, esto fue aceptar el mercado como motor de la economía, pensando que desde el Estado se podían poner medidas para controlarlo; esta aceptación supuso que nos cedieran momentáneamente en Europa un estado de Bienestar y unos avances importantes en la conquista de nuestros Derechos y desarrollo Social, en la Sanidad y la Enseñanza, pero a cambio ellos pusieron en práctica sus métodos alienantes a través de su Poder Mediático y su control absoluto de la Enseñanza y formación de los ciudadanos, solapando el poder eclesiástico, haciendo individuos sin capacidad crítica, enganchados a un consumismo atroz de tal manera que transformaron el ímpetu revolucionario de Mayo del 68 en un aburguesamiento masivo de los dirigentes de ese movimiento, de las masas obreras y de los estudiantes, hasta el punto de hacerles pensar que libertad es elegir entre Pepsi-Cola o Coca-Cola, Burger King o Mcdonalds o bien un pantalón Levis o Pepe Jeans, llegando la gente a pensar que la felicidad es tener una segunda vivienda en el monte o en la playa, cambiar de coche, televisor y lavadora cada 2 años, o de ropa, móvil y peinado cada 6 meses, siendo la aspiración máxima de esos individuos tener una pizza y un Red Bull, mientras espera sentado en el sofá que Messi meta un gol para salir sonriendo a la calle (No estoy mucho en el tema, pero parece que ahora tiene que marcar el gol un Cristiano por eso Rouco Varela, el ministro del Interior y otros salen tanto en la moviola) Con esto la mayoría de los obreros se transformaron en burgueses alineados, rematando la lucha de clases, imprescindible para ganarles la partida al imperialismo neoliberal.

 No seré yo quien diga que en aquellos tiempos se habría podido hacer algo mejor que alistarse en la Socialdemocracia o en el Eurocomunismo para favorecer a la clase obrera, mas estamos en hoy, y por tanto el reconocimiento de ese error histórico tiene que servir para corregirlo y volver a ser obreros y estudiantes revolucionarios, renunciando al consumismo y perpetrar lucha de clases para derrotar, en primer lugar, el Mercado e implantar la Economía Planificada, al menos en los sectores que implican los Derechos Humanos Fundamentales: Alimentación y Energía, Trabajo, Vivienda, Sanidad y Enseñanza; en segundo lugar acabar con la idea de la empresa neoliberal (es un ente para el lucro del empresario) y en consecuencia lleva implícita la explotación de los trabajadores; y por último establecer de una manera efectiva Naciones y Estados Republicanos, Democráticos y totalmente Laicos.

Nada de este proceso revolucionario debe asustarnos porque la lucha va a ser pacífica y sin violencia, sí bien contundente y de Insumisión para las Leyes y Órdenes abusivas e imperialistas; de acción permanente y asfixiante para el poder, pero sobre todo tiene que ser de participación masiva ya que somos más de un 90% los perjudicadas, agredidos y desposeídas de nuestros Derechos. La lucha será por la Democracia seria, con un sistema Electoral Proporcional puro y mejorado de tal manera que todos los votos tengan representación parlamentaria. Eso sí, los partidarios de dar el poder la izquierda tienen que exigirles, una vez en el poder, que promuevan programas socialistas tales cómo que los emprendedores en vez de ir la escuelas neocapitalistas para ser empresarios y explotar a las trabajadores, se formen para ser cooperativistas y gestionar las empresas de forma asamblearia en la búsqueda de dar un servicio o producir un bien que necesiten las ciudadanos en función de una Economía Planificada (y no por el lucro) siendo este también el objetivo en la Universidad, Investigación, etc.

La izquierda en el poder tiene que conseguir hacer públicas (de todos) las empresas que produzcan bienes y servicios fundamentales (ya mencionados antes). La izquierda en el poder tiene que lograr una Sociedad Republicana, Democrática y totalmente Laica, de hecho y de derecho, sin participar en actos de liturgia de ninguna religión; así mismo implantar, sin ningún tipo de represión: el derecho a decidir de las personas sobre su cuerpo y su Vida (y muerte); su libertad de pensamiento, información, expresión, reunión y uso responsable de los Recursos de la Naturaleza. La izquierda en definitiva tiene que manifestar con claridad que la riqueza no la produce el capital, si no el Trabajo de cada uno de las ciudadanos, después ser consecuentes cuando alcance el Poder.

jueves, 2 de enero de 2014

Enfermo

Pienso que mi bitácora no es el mejor espejo donde reflejar al mundo mis cosas particulares: me parece egocéntrico, ahora bien la excepción es a causa de mi enfermedad.
Estoy enfermo y no es nada fácil serlo, y mucho menos ser un buen enfermo.
En las 3 semanas que llevo viviendo en el hospital, que para mí suponen el primer ingreso de mi vida, ya hice muchas cosas:
Las que más dejarme llevar por un montón de grandes profesionales, mujeres y hombres, que con su saber y dedicación anónima, sacan adelante la salud de tantos de nosotros. Defiendo aquí una Sanidad Pública Universal y gratuita.
En algún caso me opuse a lo que decían de hacer, o incluso rechacé una medicina a enfermera y médico incluido.
En otro pedí que me pautaran una medicina que me habían suprimido 6 días antes y así hicieron.
Aún hice una reclamación el Defensor del enfermo.
¿Y de mi enfermedad os diréis.
No es fácil y tiene muchos riesgos. Y muy dura. Pero puesto a ello me voy a poner terco por salir adelante aunque sólo sea para poder poner otra entrada en esta vuestra bitácora.


¡Ah, se me olvidaba: mañana bajo a quirófano.